La iniciativa llegaba con media sanción del Senado, donde se le hicieron correcciones y agregados. En ese marco, fue clave el diálogo con los gremios, organizaciones de jubilados y proveedores, que pese a las modificaciones mantuvieron siempre su postura casi unánime -con excepción de UPCN- en contra del texto.
Nucleados en una Intersindical, refererentes de estatales, docentes, judiciales, empleados legislativos y trabajadores del Iosper, junto al sector pasivo, han expresado su rechazo al proyecto, dado que cambia el paradigma de su conducción: de un Directorio Obrero con siete agrupamientos se pasará a uno de cuatro integrantes, con un presidente y un vicepresidente designados por el Gobernador de turno; y dos vocalías para trabajadores del Estado y maestros.
En Diputados, la ley tuvo un tratamiento exprés: entró el lunes y ese mismo día se trató en comisiones. El martes se firmó el dictamen e ingresó el miércoles en una sesión ordinaria. La instancia de hoy tuvo como objetivo su aprobación, a contrarreloj dado que el Poder Ejecutivo precisaba la herramienta para que finalice la intervención de Iosper en pocos días y se pueda aplicar luego.