El procedimiento se lleva a cabo cada 40 mil horas de marcha, es decir cada siete años de funcionamiento, lo cual se repite a lo largo del tiempo en cada una de las 14 unidades generadoras, garantizando su operación dentro de los sistemas argentino y uruguayo.
Aprovechando la oportunidad, el delegado argentino ante la Comisión Técnica Mixta, Juan Carlos Chagas, acompañado por ingenieros del complejo, pudo observar en primera persona las labores que se están realizando, mantuvo largas charlas explicativas con los diferentes técnicos a cargo de las tareas, primeramente en el generador, para luego constatar los trabajos en los equipos eléctricos y mecánicos auxiliares, finalizando con las acciones sobre la turbina, donde pudo inspeccionar detalladamente el estado de las seis palas (hélices, en el idioma popular) que poseen las turbinas tipo Kaplan.
Las instalaciones cuentan más de 45 largos de funcionamiento ininterrumpido. Para ilustrarlo, el dirigente apeló a un ejemplo gráfico: “Un auto necesita atención y mantenimiento, y con los ‘fierros’ de Salto Grande pasa lo mismo, solo que a una escala mucho mayor, requiriendo una alta especialización de los trabajadores”.
En línea con ello, puso de relieve el trabajo que llevan adelante los operarios argentinos y uruguayos, “que con un alto grado de profesionalismo y compromiso garantizan tanto la seguridad de la presa, como la generación y el transporte de energía eléctrica” para ambos sistemas nacionales.