“Consideramos que dichas medidas podrían comprometer seriamente su funcionamiento, su capacidad de generación científica y tecnológica, y su histórico compromiso con el desarrollo del sector agropecuario y de las economías regionales de nuestro país”, manifestaron.
Ambas entidades consideraron que el INTA constituye un organismo clave para el desarrollo agropecuario: “Su labor ha sido y continúa siendo fundamental para impulsar la innovación, mejorar la productividad, preservar los recursos naturales y fortalecer el arraigo territorial a través de una extensa red de experimentación, extensión y transferencia de conocimientos”.
Si bien coinciden en que “es necesario avanzar en reformas que permitan construir un INTA más eficiente y moderno”, dejaron planteado que “cualquier decisión que implique debilitar su autonomía técnica y operativa no solo afectará directamente a quienes integran el organismo, sino también a miles de productores, comunidades rurales, centros educativos y cooperativas que se benefician cotidianamente de su acompañamiento técnico y científico”.
El Consejo Empresario y la Bolsa de Cereales concluyen su declaración instando a las autoridades nacionales a “reconsiderar cualquier medida que perjudique el funcionamiento del INTA” y a “garantizar su continuidad institucional, protegiendo el valioso acervo de conocimiento que representa para el presente y el futuro del país”.