El miércoles, el féretro del sumo pontífice será llevado en procesión desde Santa Marta hasta la Basílica de San Pedro, informó la periodista Elisabetta Piqué, para La Nación.
Después de un momento de oración, presidido por el cardenal camarlengo, Kevin Farrell, comenzará la “traslación”, como llaman el traslado. La procesión recorrerá plaza Santa Marta y Plaza de los Protomártires y desde el Arco de las Campanas, adyacente a la Basílica, llegará a la plaza de San Pedro y entrará en la Basílica vaticana a través de la puerta central. En el altar de la Confesión, el cardenal camarlengo presidirá la Liturgia de la Palabra y a su fin comenzaran las visitas al féretro del Pontífice, es decir, la capilla ardiente.
Al término de la celebración tendrán lugar los tradicionales ritos de despedida de la “l’Ultima commendatio” y la Valedictio. Enseguida después, el féretro del papa será llevado a la Basílica de San Pedro y, de allí, a la Basílica de Santa María Mayor para la sepultura.