El encuentro buscó actualizar al funcionario sobre los avances del sector, especialmente en materia de tecnología, renovación varietal y proyecciones de exportación, en momentos en que la aplicación de nuevos aranceles estadounidenses plantea incertidumbres para la campaña que acaba de comenzar. “Fue una muy buena reunión, de unos 45 minutos, donde abordamos los principales desafíos del sector y pusimos al ministro al tanto de lo que se viene haciendo, en especial en cuanto a tecnología aplicada y el trabajo de nuestra gente”, expresó Guarino, en entrevista realizada por el periodista Luis Andiarena en el programa La Hora del Campo. La conversación incluyó temas clave como la renovación varietal, la planificación de propagación de nuevas especies y el apoyo necesario para concretar esas transformaciones, que implican “una gran inversión”, subrayó.
Aranceles en EE.UU. 6e3e71
Uno de los principales focos de preocupación es el impacto del nuevo arancel general del 10% impuesto por Estados Unidos a las importaciones de cítricos. Uruguay, que ya enfrentaba un arancel del 1,8%, verá ese tributo incrementarse al 11,8%, mientras que su competidor directo, Chile, pasará de 0% al mismo 10%. Aunque Guarino considera que la situación es manejable por ahora, advirtió que “todo esto está en plena negociación, y se estableció una especie de ime de 90 días”, lo que da un respiro momentáneo, pero mantiene la incertidumbre. “Incluso los clientes en Estados Unidos están cautelosos. Los supermercados todavía no han cerrado negocios con nuestros mayoristas”, agregó.Sin embargo, también se abren ventanas de oportunidad. Sudáfrica, otro actor relevante en el mercado citrícola internacional, enfrenta aranceles cercanos al 30%, lo que podría otorgar ventaja competitiva a Uruguay si logra consolidarse como proveedor confiable. “Uno trata de ver el lado positivo: ‘río revuelto, ganancia de pescadores’”, afirmó Guarino.
Negociación bilateral de Argentina 5r1b2i
La posibilidad de que Argentina logre acuerdos bilaterales con Estados Unidos para exportar sin aranceles es otro elemento en juego.Aunque podría generar presión sobre Uruguay de conseguir condiciones similares, Guarino sostiene que un esquema de trabajo conjunto con el país vecino no necesariamente sería negativo.
“Uruguay, por sí solo, es muy chico para presionar a las navieras. Si trabajamos desde ambas costas, podríamos completar bodegas y mejorar condiciones logísticas”, explicó. Eso sí, aclaró que la calidad sanitaria y los estándares de ingreso a los mercados deben ser rigurosamente respetados para no poner en riesgo la reputación del país.