El único sobreviviente entre los ocupantes de Golf que sufrió el choque de Zapata es Emiliano Enrique Migueles. Por su parte, Zapata, de 31 años cuando chocó y mató a los tres jóvenes, iba acompañado en su Toyota Corolla por Agustina Sukmanowski Pintado, de 35 años.
Las víctimas eran todos jóvenes oriundos de Tabossi. Viajaban en un VW Golf tras salir del boliche Arizona y se dirigían en dirección a Nogoyá cuando sucedió el fatal accidente.
La lectura de la sentencia 3r1c5
En las pericias forenses del hecho que se informaron en el juicio se determinó que en la ruta no había huellas de frenada en el trayecto del Toyota que manejaba Zapata y que hubo invasión de carril por parte de este vehículo. La velocidad exacta a la que circulaba el Corolla cuatro segundos antes del impacto era de 132 kilómetros por hora y venía acelerando. En tanto, en el instante exacto antes del choque Zapata pisó el freno, ya que el impacto letal para los Bertozzi y Rodríguez se produjo a 105 kilómetros por hora.Zapata declaró en la primera audiencia del juicio, que comenzó el 24 de abril. En la sala de Tribunales dijo que “no recuerda” el impacto y que “jamás quiso provocar” el accidente, algo con lo que “carga todos los días”. Afirmó que contaba con carnet profesional para conducir y lamentó: “No sé cuál fue la falla que cometí”.
El acusado resultó con graves heridas tras el choque. Contó que tiene 16 tornillos en el cuerpo y cuatro placas de hierro en el brazo. Rengueaba cuando se sentó frente al juez Brugo y aseguró que no puede siquiera subirse a un auto sin ayuda.
“Cuando desperté después del accidente quería dormirme y no despertarme más”, confesó.